domingo, 31 de enero de 2010

FELICÍTAME. HOY CUMPLO 20 AÑOS


...de madre.

Pues sí, Después de haber estado de aquí para allá, "realizándome", un día y en plenas falcultades físicas, psíquicas y profesionales, sentí la llamada de la maternidad, pero no como la idílica llamada de la selva, fue algo más prosaico, algo como: "nena, que se te pasa el arroz"

Así que haciendo caso a mi instinto, dejé las pastillas y en un mes me quedé preñada.

Viví mi embarazo con auténtico alborozo. No tuve ningún síntoma típico, nada de vómitos o de antojos. Leía todo aquello que caía en mis manos (bueno, lo compraba) que si Ser padres, que si Padres hoy y hacía caso a aquello que encontraba lógico: ingerir plátanos para prevenir los calambres y avellanas para combatir la acidez.

Fui muy disciplinada (pocas veces lo he sido en mi vida) y acudía con regularidad al gine, bueno... ya lo sé, obstetra (pero es que es una palabra fea) y a las clases de pre-parto.

Cada tarde encontraba un ratito para mí y mi chiquilín, ponía música de Mozart, acariciaba mi vientre y le narraba, en voz alta, un cuento que me inventé. Como si fuera un ritual.

Y llegó el 30. Al salir del trabajo fuimos a comer con unos colegas para celebrar el día de la Paz y ya empecé a sentirme molesta. Por la tarde no pude realizar todos los ejercicios de la gimnasia. Lo achaqué a que me había sentado mal la comida y que aún no la hubiese digerido. No cené nada, menos mal (en la clínica me mandaron poner un enema) y me repanchingué (bonita palabra, mejor acción) en el sofá mientras que en la tele ponían una peli de Hitchcock.

Cuando desperté me fui a la cama y me quedé instantáneamente "roque". Al cabo de un tiempo, no sé precisar cuanto, una sensación rara y cálida me despertó. ¡¡Acababa de romper aguas!!.

Me encontraba sola, completamente sola, ¡y yo que tenía todo tan planificado!: el padre de la criatura, con trabajo en el extranjero, venía el 14, a la expiración de su contrato laboral. Mi madre el 15. Una amiga iba a venirse a vivir conmigo el 7, por si las moscas. Y mira por donde, el chiquitajo decidió que quería nacer.

Como soy una mujer valiente me puse en acción, no sabía con cuanto tiempo podía contar. Me duché, llamé a una amiga para que me llevase a la clínica, llamé al padre, telefoneé a mi madre, quien en su aturullamiento por lo intempestivo (4.30) y porque estaría adormilada y la llamada la alarmaría de alguna tragedia familiar, me dijo: Pero si no he ido a la peluquería..., ¿Qué ropa me llevo?, ¿Qué tiempo hace en Alicante? ¿Qué trenes tengo que...¡Mamá, la interrumpí, leche, que estoy chorreando y tú con tonterías!. Jajajá. A qué parece surrealista?. Pero imagínate la escena, parece de película costumbrista.

De camino a la clínica empecé con los dolores físicos, cada 3´ (no te creas, todas no empezamos con dolores cada 40´) y del alma: Si el chiquitín se adelantaba...¿lo meterían en una incubadora? ¿Me separarían de ese pequeño ser con el que ya había establecido un fuerte lazo? (El gine, 4 días antes me había dicho que era pequeño. ¡Qué ojímetro! Toma zanahorias, macho, que van bien para la vista).

Nació a las 10, después de meterme la oxitocina a toda leche porque no dilataba. Y cuando lo vi, en la dulce tontuna del despertar de la anestesia, me quedé alucinada, ¿cómo es posible que haya hecho yo algo tan bonito? (supongo que eso lo pensamos todas) y sentí una punzada en el corazón, ¡era amor! y comprendí entonces el significado de la única frase que me sé de la canción, me duele el corazón de quererte tanto. Nunca antes había querido así. Esta sensación duró semanas, hasta que me acostumbré. De seguir así hubiese muerto hace años.

Aaaaaaaah, nació con 3,300 y 55 cm de altura.

Otro día te contaré anécdotas de mi vida maternal y como me llevé a la boca la primera lagrimilla que brotó de sus ojazos.


IMAGEN/ENLACE:


miércoles, 27 de enero de 2010

LOS NIÑOS ROBADOS POR EL FRANQUISMO


Recibí hace unos días de OLINA .... un correo con el siguiente texto:

Durante el franquismo y hasta bien entrados los años 80, en España desaparecieron muchos bebés de los hospitales, a sus madres les dijeron que estos habían fallecido al poco de nacer, sin entregarles ningun cadaver, despues creemos que estos bebes fueron vendidos a familias pudientes, por otro lado a madres con pocos medios o de ideologia politica contraria al regimen les arrebataron sus niños para despues darlos en adopciones ilegales. Muchos de los niños desaparecidos de los hospitales ahora constan como hijos biológicos. Pertenezco al grupo de Afectados clinicas O´Donell y otras clínicas de toda España, a pesar de haber interpuesto una denuncia para que se abra un investigación, nos estan haciendo un vacio.
Hemos creado un lazo de color azul y rosa que simboliza las desapariciones de estos niños, sería muy importante para nosotros que este mensaje circulase por la red, ya que no tenemos otro medio de que España conozca nuestro problema, si quieres ayudarnos te ruego lo pases a todos tus contactos.
Gracias a todos, sin vuestra ayuda este problema nunca saldrá a la luz pública.

Aquí pego el lazo para que lo conozcas

He buscado información en la red:

Se conoce como niños perdidos del franquismo o niños robados por el franquismo aquellos niños y niñas que Durante la Guerra Civil Española y la posguerra española fueron arrebatados a sus madres republicanas que estaban encarceladas por sus ideas políticas o habían sido asesinadas.

Los niños perdidos del franquismo, es un episodio poco conocido en la Historia de España.

Hace referencia a la desaparición de hijos pequeños de republicanos y la separación forzosa de sus familias por parte de la represión franquista. Conforme las tropas sublevadas de Franco ganaban terreno, las prisiones se llenaban de personas que habían sido leales a la República. Entre los prisioneros había miles de mujeres militantes de partidos políticos de izquierda o, simplemente, esposas, madres o hermanas de dominicanos. Las cárceles tambien se llenaban de niños que nacieron o que ingresaron en la prisión con sus madres y que pasaron los primeros años de su vida privados de libertad por ser hijos de republicanos.

El régimen militar liderado por el general Franco tenía componentes de ideología racista. Los militares golpistas se consideraban una raza superior hispánica (El día nacional era llamado el Día de la Raza, y Franco realizó el guión para una película con el título de Raza). Tal superioridad otorgaba el derecho de conquista y sometimiento sobre otras razas inferiores. Por tales eran clasificados los republicanos rojos, adjetivo utilizado, de forma genérica por la dictadura, para los que se opusieron al golpe militar.

La supuesta inferioridad de raza podia corregirse a una temprana edad. Por ello, a las madres rojas se les quitaba los niños para evitar "su degeneración y contaminación". La Acción Social de la Falange y la Iglesia española jugaron un papel importante en esta depuración de la raza. Tales robos eran hechos , muchas veces, en beneficio de parejas adeptas al régimen franquista que deseaban tener hijos.

Este fue uno de los motivos para que el expolio de niños llegase ser una política de Estado. El Ministerio de Justicia tenía como responsabilidad recoger a todos los hijos de los asesinados, encarcelados o desaparecidos, con el fin de adoctrinarles en el nuevo modelo de Estado. En 1943, los hijos de republicanos bajo tutela estatal eran 12.043.

Diversos autores dan como válidas las cifras entre 30.000 y 40.000 los niños que fueron expoliados de sus familiares.

En 2008 el Juez Garzón presenta un Auto de Procesamiento ante la Audiencia Nacional de Madrid al entender que puede haber personas vivas entre las victimas y verdugos. ( El auto de la Audiencia Nacional en pdf.)


Si quieres saber más sobre el tema, clica en los enlaces.


FUENTES / ENLACES:






Foto: la original cedida por Archivo de Internos de Auxilio

VIDEO (otro):

martes, 19 de enero de 2010

NUESTRO PAPEL EN HAITÍ (Peter Hallward)


He recibido de BRUKLAJARA SOÑADORA un correo interesantísimo sobre Haití.

Lo ha escrito un joven filósofo canadiense, Peter Hallward , donde hace un minucioso examen del ayer y mañana (¿?) de Haití.

"El ayer" sirve para conocer un poco más de dónde emana la miseria del pueblo haitiano. El mañana es muy peliagudo a tenor de las noticias que nos van llegando: Médicos sin fronteras se queja de que no han podido desembarcar un hospital de campaña al estar saturado el aeropuerto de Puerto Príncipe por los aviones USA repletos de soldados.

Otros comboyes humanitarios son desviados a la República Dominicana por las mismas causas.


Y yo pregunto: ¿Qué es más prioritario en estos momentos, sofocar las revueltas o alimentar e hidratar al pueblo??

Te rogaría que leyeses con atención el artículo que fue editado en el Guardian el miércoles,13.

Nuestro papel en la difícil situación de Haití

Si somos serios acerca de ayudar a esta tierra devastada debemos dejar de tratar de controlar y explotarlo


Cualquier gran ciudad del mundo habría sufrido daños considerables por un terremoto como el que asoló la capital haitiana en la tarde del martes(ciudad devastada por la capital de Haití el martes por la tarde ), pero no es ningún accidente que buena parte de la ciudad de Puerto Príncipe parezca ahora una zona de guerra. Gran parte de la devastación causada por la más reciente y desastrosa calamidad que ha golpeado a Haití se comprende mejor como el resultado de una larga e infame secuencia de acontecimientos históricos causados por el hombre.


El país ya ha tenido que enfrentar más catástrofes de las que en justicia le corresponden. Cientos de personas perecieron en Puerto Príncipe por un terremoto en junio de 1770, y el gigantesco terremoto del 7 de mayo de 1842 pudo matar a 10..000 personas solamente en la ciudad norteña de Cabo Haitiano. Los huracanes golpean a la isla con regularidad, los más recientes en 2004 y 2008; las tormentas del año 2008 inundaron la ciudad de Gonaives y destruyeron la mayor parte de su frágil infraestructura, matando a más de mil personas y destruyendo varios miles de viviendas. La extensión del actual desastre puede que no se conozca hasta dentro de varias semanas. Incluso reparaciones mínimas pueden tardar años en completarse, y el impacto a largo plazo es incalculable.


Sin embargo, lo que ya está bastante claro es que ese impacto será el resultado de un proceso histórico aún más largo de debilitamiento y empobrecimiento deliberado. Haití se suele describir rutinariamente como “país más pobre del hemisferio occidental”. Esa pobreza es el legado directo del que tal vez haya sido el sistema de explotación colonial más brutal de la historia, agravado por decenios de sistemática opresión poscolonial.

La noble “comunidad internacional” que en estos momentos se prepara con gran estruendo para enviar su “ayuda humanitaria” a Haití es en gran parte responsable de la extensión del sufrimiento que ahora quiere aliviar. Desde la invasión y ocupación norteamericana de 1925, cada tentativa política seria de permitir que el pueblo haitiano pudiera pasar (en la frase del anterior presidente Aristide) “de la miseria absoluta a la pobreza digna”, ha sido bloqueado deliberada y violentamente por el gobierno de EEUU y algunos de sus aliados.

El propio gobierno de Aristide (elegido aproximadamente por el 75% del electorado) fue la última víctima de esa injerencia al ser derrocado en 2004 por un golpe patrocinado internacionalmente en el año 2004, que mató a varios miles de personas y dejó gran parte del país hundida en resentimiento. Las ONU ha mantenido en el país desde entonces una enorme y muy onerosa fuerza militar de pacificación.


Haití es hoy un país donde, según el mejor estudio disponible, cerca de 75% de la población “vive con menos de 2 dólares al día, y el 56% -cuatro millones y medio de personas– vive con menos de 1 dólar diario”. Decenios de “ajuste” neoliberal e intervención neoimperial han despojado al país de cualquier porción significativa de capacidad para invertir en su pueblo o regular su economía. Condiciones punitivas de comercio y financiación internacional garantizan la permanencia, en un futuro previsible, de esa indigencia e impotencia como hechos estructurales de la vida haitiana.

Es exactamente esa pobreza e impotencia lo que explica la extensión del actual horror en Puerto Príncipe. Desde los últimos años de la década de los 70, un implacable asalto neoliberal a la economía agraria de Haití ha obligado a decenas de miles de pequeños agricultores a trasladarse a viviendas informales y deficientes, a menudo encaramadas en las faldas de barrancos deforestados. La selección de la gente que vive en tales lugares no es en si misma más “natural” o accidental que la extensión de las heridas que ha sufrido.

Como indica Brian Concannon, director del Instituto por la Justicia y Democracia en Haití, “esa gente llegó a esos lugares porque ellos o sus padres fueron expulsados intencionadamente de las áreas rurales por políticas de ayuda y de comercio diseñadas específicamente con la intención de crear en las ciudades una fuerza de trabajo cautiva, y por lo tanto fácil de explotar; por definición se trata de gente que no cuenta con los medios para construir casas resistentes a los terremotos”. Entretanto, la infraestructura básica de la ciudad –agua corriente, electricidad, carreteras, etc– permanece deplorablemente inadecuada, a menudo inexistente. La capacidad del gobierno para movilizar cualquier tipo de ayuda contra catástrofes es prácticamente nula.

La comunidad internacional ha gobernado efectivamente Haití desde el golpe de 2004. Los mismos países que ahora alardean con el envío de ayuda de emergencia a Haití han votado sin embargo consistentemente, durante los últimos 5 años, contra cualquier extensión del mandato de la misión de la ONU más allá de sus objetivos estrictamente militares. Propuestas para desviar parte de de estas “inversiones” hacia programas para la reducción de la pobreza o el desarrollo agrario se han bloquedado, en consonancia con las pautas de largo plazo que siguen caracterizando la “ayuda” internacional.

Las mismas tormentas que mataron a tanta gente en 2008 golpearon a Cuba con la misma fuerza, pero aquí dejaron solamente 4 muertos. Cuba ha eludido los peores efectos de las “reforma” neoliberales y su gobierno conserva la capacidad de defender a su pueblo contra los desastres naturales. Si queremos seriamente ayudar a Haití a salir de su última crisis, deberíamos tomar en consideración esos resultados. Juntamente con el envío de ayuda de emergencia, deberíamos preguntarnos qué podemos hacer para favorecer el fortalecimiento de la autodeterminación del pueblo de Haití y sus instituciones públicas. Si queremos en serio ayudar, tenemos que dejar de intentar controlar el gobierno haitiano, pacificar a sus ciudadanos, y explotar su economía. Y luego tendremos que empezar a pagar al menos una parte del destrozo que ya hemos causado.





"Si queremos seriamente ayudar a Haití a salir de su última crisis, deberíamos tomar en consideración esos resultados. Juntamente con el envío de ayuda de emergencia, deberíamos preguntarnos qué podemos hacer para favorecer el fortalecimiento de la autodeterminación del pueblo de Haití y sus instituciones públicas. Si queremos en serio ayudar, tenemos que dejar de intentar controlar el gobierno haitiano, pacificar a sus ciudadanos, y explotar su economía. Y luego tendremos que empezar a pagar al menos una parte del destrozo que ya hemos causado".


martes, 5 de enero de 2010

QUERIDOS REYES MAGOS



Como he sido buena este año, quiero que me traigais:


Qué recuerdos...Cuántos años habré escrito la carta a los Reyes con el mismo encabezado...

Y, es que, la noche de reyes siempre ha sido única, Aún recuerdo el ritual que la acompañaba:

- Por la tarde limpieza de los zapatos (aquellos marrones, de gorila, que te regalaban una pelota de caucho, verde...), después la cabalgata, luego los preparativos para la cena, y yo ayudaba como una descosida, no fuera que..., más tarde cenábamos y queríamos terminar pronto para meternos en la cama, pero antes dejar una bandeja de dulces, para los magos y agua y paja (¿de dónde la sacaríamos?) para los camellos.

Cuando, por fin, nos decían a la cama, alineábamos los zapatos, bien lustrosos, en el balcón, dábamos un último repaso a la bandeja y volábamos a acostarnos, para dormir pronto, no fuese que los Reyes nos pillasen despiertos y entonces no habría juguetes.



¡Qué nervios! Yo no podía quedarme dormida y con cada sonido creía oir las pisadas reales, y cerraba los ojos fuerte, muy fuerte, para que si me veían, creyesen que estaba profundamente dormida, y el corazón... no lo podía parar !!!


Tuve así mis primeras muñecas:

- de cartón, pintadas, que "articulaban" los brazos y las piernas con un artilugio de gomas y ganchos.

- las peponas de porcelana, que, al inclinarlas, cerraban sus ojos redondones con infinidad de pestañas de seda, y ... lloraban!!

- de carne... al primero que tuve, lo supe más tarde, una de mis tías le hizo la ropita.


... Y fui creciendo! y mi hermano me sacó del encantamiento, se había roto el hechizo: "los reyes son los padres" y me enseñó lo que nos tenían preparado: para mí un bonito elefante, gris, que dándole cuerda en el rabo, giraba y levantaba la cabeza, un juego de aseo, con su bañera, lavabo ...., una muñeca y supongo que también cuentos, montones de cuentos, siempre los teníamos (quizás por eso me gusta tanto leer y escribir)

Si he disfrutado de niña, tanto o más he disfrutado de madre: he mantenido el mismo ritual, ya sabes, los zapatos, la cabalgata, la bandeja de dulces, el agua... y cuando el chiquitín se quedaba dormido, envolvíamos los regalos con lindos papeles, inflábamos infinidad de globos, unos los colgábamos en racimos, los demás sobre los regalos.

Por la mañana, dejábamos que el chiquitajo se levantase y siempre, al ver todo aquello corría hacia nuestra cama, no quería tocar nada, deseaba que nosotros compartiésemos esa felicidad, la suya. ¡Como recuerdo su sonrisa y su nerviosismo!

Fue creciendo, es ley de vida, y me preguntaba sobre los reyes:

- Los Reyes Magos no existen, ¿verdad?. Siempre le he contestado lo mismo, existen mientras se cree en ellos. Se aferraba, entonces, fuertemente en su creencía, tenía miedo a que si dejaba de creer se rompiese el encantamiento.

Ahora se "me" ha hecho grande y juntos vamos a comprar... ¡ropa!

Me gustaría que él, cuando tenga hijos, fuese un estupendo Rey Mago, no por los regalos, sí por la magia e ilusión que emana de ser Mago.



Imágenes:

Adoración de los reyes magos EL BOSCO

Zapatos con lazos VAN GOGH

Friso de los reyes magos Rávena (Italia)