Él vino del mar
Me lo trajo el mar. Ese mar tan nuestro.
Me vino con olor a salitre y coral. Con verbo dulce y lisonjero.
.................................................Y me enamoré perdidamente.
¡Cuántas noches llenó mi soledad! ¡Cuántos dias me iluminó!
No, no te vayas a creer que me transformó en una marioneta. Era Yo, PLENAMENTE YO.
Los días transcurrían, con sus noches. La luna menguante era seguida de la nueva, la invisible. Pero te puedo jurar, y no juro nunca, que todas las noches tenían una luna llena, llenísima, que desbordaba con su luz, comiéndose al castillo de santa Bárbara.
El crepitar de les fogueres, en comparación de mi nueva vida, LA MÍA, no tenía parangón posible.
Eran llamas, que no sangre, lo que discurría por mis venas. Eran ríos caudalosos, desbordantes del deshielo. Era, era... No sé. No sé cómo describirte la sensación de aromas, colores... que me llenaban toda.
Y pasó un año. Y otro.
A un lustro le sucedió otro. Y otro...
.........................................................Y la pasión era igual a la del primer día.
Recuerdo con toda nitidez el día, a pesar de mi incipiente Alzheímer, en que lo acompañé por la avenida del doctor Gadea. En la plaza de Canalejas, las raíces retorcidas de los ficus gigantes parecían atenazar mis entrañas.
Sé que él lo supo. Símplemente me miró, Me apretó, suavemente, la mano y me sentí tranquila, como esa espuma de olas quietas que lamen la orilla.
Ya en me puerto me dijo: Te quiero.
No hizo falta más.
Llevábamos más de 10 años que no hacía falta que nos comunicásemos con palabras.
No esperé a que el barco zarpase.
Muy calmada, lentamente. fui caminando por el centro de la Explanada.
Al llegar al Postiguet me fui despojando de mi ropa.
Se unieron mis piernas.
Mis brazos se tornaron en aletas
Y torpemente fui reptando por la arena.
..........................contacto.......................................se
.....................Al.................con...................cuerpo......volvió
.................................................el..........mi..............................grácil,
.....................................................agua..............................................leve.
Qué bello es ser pez
Mamá
¡Esa mujer se está ahogando!
May,que pasa?.
ResponderEliminarMe intraquiliza tu texto, me ha puesto triste y me deja una sensación de que algo se me escapa.
Lo único que te puedo decir es que a mi me gustaria ser pez y olvidarme de todo lo que me rodea.
Mi padre tiene alzheimer, ya le queda poco, le añoro, pero por otra parte pienso que el es feliz en su mundo, al menos todavia sonrie,
Petonets amiga
Jolín... qué... ¿triste? Pero a la vez, con un toque refrescante al final...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, aunque espero, que el marinero regresara a puerto. Y que la mujer- pez no se ahogara en un mar de penas. ¿Se fue con él?
Dejas una sensación de querer saber más...
Besitos de cereza desde Madrid.
¡Qué texto tan rebonito!
ResponderEliminarEl final precioso, una bella metáfora
Saludos
No es triste, al menos no he querido que fuese triste.
ResponderEliminarElla no ha pretendido ahogarse, sólo fundirse con el mar. Quienes ven el intento de suicidio son los demás.
Está tranquila. Es una anciana que vive con sus recuerdos y positiva sus experiencias.
Es un buen sitio la orilla del mar para que vengan y vayan recuerdos y quiera uno ser pez : ) me han encantado tus letras (yo las veo) en forma de olas. Una marea de besotes sin escamas
ResponderEliminarMay, qué bonito tu escrito!
ResponderEliminarMil besos con sabor a Mediterráneo.
Me alegro mucho verte por aquí. muchos besos
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